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El PP local de Mérida considera que las obras que se están realizando en el convento de las Concepcionistas son «uno de los mayores atentados» al patrimonio de la ciudad al no excavarse en toda la parcela de actuación.
Por este motivo, la formación local ha pedido la intervención del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea de Extremadura para que reclame el cumplimiento de la obligación de realizar la excavación arqueológica en todo el solar donde se realizan las obras.
Unas obras que este pasado lunes visitaron, por fuera del vallado, el secretario general del PP, Abel Bautista y el presidente provincial del PP de Badajoz, Manuel Naharro, junto a miembros del PP Local.
Según asegura el PP de Mérida, los «máximos responsables» del cumplimiento de la normativa básica sobre protección del patrimonio marcada por el Plan General de Ordenación Urbana son tanto la Consejería de Cultura como el propio Ayuntamiento de Mérida, tras lo que lamentan que el consistorio «parece que no quiere cumplir con las normativas que si exige al resto de ciudadanos».
Por eso, el Partido Popular de Mérida señala que «ha dado traslado a los máximos dirigentes regionales de las últimas actuaciones y excavaciones llevadas a cabo en el subsuelo del solar», una circunstancia que, según asegura, «obligaría automáticamente, a la excavación global de todo el solar».
«Hemos tenido acceso a vídeos de una trituradora pesada que destruye la totalidad de los materiales que salen, fotografías que muestran excavaciones con maquinaria pesada en el subsuelo del solar», asegura el PP local de Mérida, que recuerda que la normativa básica sobre protección del patrimonio establece que «previamente al inicio de cualquier parte de las obras que suponga remoción en la superficie o en el subsuelo» se deberá realizar una excavación arqueológica que «abarcará la totalidad de la parcela y la excavación se realizará sin sondeos previos con medios mecánicos».
Por todo ello, el Partido Popular de Mérida explica que «tras estudiar con técnicos y arqueólogos externos las intervenciones que se están realizando», cree que lo que se está llevando a cabo en el solar de La Concepcionistas «puede ser el mayor atentado contra el patrimonio de Mérida en toda su historia reciente».
También añade que tienen «indicios de que se ha actuado en el subsuelo del interior de la basílica», pero que no pueden «corroborar tras la negativa del Gobierno de Osuna a que los concejales de la Corporación puedan visitar la obra».
En ese sentido, consideran que esta negativa, junto con las «trabas a la información y el oscurantismo que rodea esta obra en el corazón arqueológico de Mérida», les hacen «sospechar que el Gobierno de Osuna no quiere que los ciudadanos de Mérida sepan que es lo que realmente están haciendo o deshaciendo ahí», señala.
Por ello, el Partido Popular de Mérida avanza que este viernes mantendrá una reunión de trabajo con los responsables del Grupo Parlamentario Popular en la Comisión de Cultura y Patrimonio de la Junta de Extremadura, donde se les expondrá y entregará toda la documentación, vídeos y fotografía que a su juicio «certifican la mala-praxis» que a su juicio se está llevando a cabo y marcarán «las iniciativas que se van a tomar para garantizar a los emeritenses la defensa de su patrimonio», concluye.
EL GOBIERNO MUNICIPAL RESPONDE QUE EL PP BUSCA «PARALIZAR» LAS OBRAS
El Ayuntamiento de Mérida ha respondido que el PP a través de «mentiras» busca «paralizar» las obras que se están llevando a cabo en el Convento de las Concepcionistas, porque «es una gran obra que va a transformar la ciudad».
Unas criticas en las que, según la portavoz municipal, Carmen Yáñez, el PP comienza «faltando a la verdad pues no han realizado una visita a las obras propiamente dicha«, sino que «sacan conclusiones de unas fotografías, tomadas a larga distancia, que interpretan dentro del su estilo habitual de realizar demagogia política».
Por eso, Yáñez reafirma que el gobierno local está «cumpliendo rigurosamente con las indicaciones del organismo científico responsable de velar por el patrimonio de la ciudad como es el Consorcio», y ha recordado al PP que las obras están en una fase muy inicial de excavaciones.
Por tanto, «en función de la posible aparición de restos arqueológicos se hará un replanteamiento del proyecto inicial, como se ha hecho en otras actuaciones», ha explicado la portavoz municipal, quien ha recordado que el proyecto comenzó a llevarse a cabo en 2017, por lo que «no hay ningún interés electoralista por parte del Equipo de Gobierno».
Señala Yáñez que desde el inicio de las obras, se está llevando un «seguimiento de los trabajos que realizan las máquinas por parte de los arqueólogos del Consorcio», por lo que apunta que el Ayuntamiento de Mérida «no se plantea ningún tipo de limitación en relación a las excavaciones que el Consorcio tenga que realizar», ya que son «absolutamente escrupulosos con las direcciones técnicas de distinta índole, tanto de la obra como de los distintos organismos», añade.
En ese sentido, la portavoz municipal asegura que todo aquello que se pueda recuperar o salvaguardar se «tratará con sumo cuidado para que se mantenga su conservación», tras lo que ha puesto como ejemplo la obra que se está ejecutando en la Torre Albarrana «en la que nadie discute que actuemos conforme a la Ley y al PGOU», asegura.
Yáñez asegura que estas críticas responden «al intento que tiene el PP de paralizar los proyectos beneficiosos para la ciudad» que están llevando a cabo desde el año 2015, en el que, según han relatado, han «recuperado la Torre Albarrana, la Huerta de Otero o el Convento de las Freylas para que sean patrimonio de todos los emeritenses»
Respecto a la actuación de las Concepcionistas, «saben de sobra que va a transformar por completo la ciudad, por ello quieren paralizarlas con mentiras que pretenden convertir en verdades», reafirma Yáñez, quien asegura que los proyectos que está llevando a cabo el Equipo de Gobierno «disgustan al PP porque estamos consiguiendo de Mérida la ciudad de las personas, tanto en materia patrimonial, de accesibilidad y cultural».
Con respecto a la maquinaria, Yáñez señala que está permitido el trabajo con un «control y seguimiento técnico y arqueológico permanente» en un solar, en el que, añade, «se equivoca o intenta equivocar el señor Valdés, no data de más de 500 años, pues las edificaciones que se han demolido, son del pasado siglo».
Finalmente, Yáñez asegura que la puesta en valor y el mantenimiento del patrimonio «es una máxima del equipo de gobierno», mientras que asegura que «el PP, en toda su trayectoria en la ciudad de Mérida, no tiene ni una sola actuación para poner en valor el Patrimonio de la Ciudad».
INFORME DEL CONSORCIO
Con respecto al “Proyecto de ejecución de rehabilitación del Convento de las Hermanas Concepcionistas de Mérida” que promueve el Ayuntamiento de Mérida, el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, al amparo de las competencias que le corresponden de acuerdo con el apartado 6 del Reglamento de las Comisiones del Consorcio (DOE 28-3-2012) en relación con el artículo 15.g de los Estatutos de esta entidad (DOE 3-6-2019) y al artículo 9.39 del PGOU-Plan Especial de Protección de Mérida, acordó autorizar, de forma condicionada, el proyecto presentado conforme a lo establecido en el artículo 31 de la Ley de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura y 9.39.3 del PGOU – Plan Especial de Protección de Mérida.
La autorización queda sujeta a las siguientes condiciones:
- Seguimiento arqueológico durante las obras previas de demolición autorizadas en el proyecto, en las que se debe mantener el suelo actual de las edificaciones sin remociones del subsuelo.
- Una vez finalizados los trabajos autorizados de demolición y con carácter previo al inicio de las obras, se realizará EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA en las zonas de remoción del subsuelo que plantea el proyecto arquitectónico. Se deja claro además que, al termino de la excavación, se emitirá informe vinculante sobre la necesidad o no de protección e integración de los restos arqueológicos y en su caso, de necesidad o no de modificar el proyecto.
- A todo ello se suma unos condicionantes de tipo arquitectónico que implican la conservación de las edificaciones más relevantes.
Por tanto, como se comprueba de la simple lectura de la resolución emitida por el Consorcio, el proyecto ha quedado condicionado a excavación arqueológica, que se ejecutaría en las zonas de remoción del subsuelo.
En el estado actual de las obras, se está procediendo al derribo previsto (Fig. 1), bajo el exhaustivo seguimiento arqueológico por parte del Consorcio, que incluye un repicado previo de todos los paramentos de la edificación. Dicho repicado ha permitido poder conservar e integrar en la nueva edificación algunos paramentos no contemplados inicialmente (Fig. 2). Dicho seguimiento del derribo continúa a fecha de hoy.
A la par, y a la espera de la excavación prevista de manera definitiva en este espacio, se están realizando 2 cortes arqueológicos (Figs. 3 y 4), con carácter previo y orientativo a la excavación arqueológica, con el objetivo, únicamente, de poder conocer a qué profundidad aparecen los restos arqueológicos y, sobre todo, con la documentación e información de los mismos, que el arquitecto pueda tener datos mas certeros para definir, en algunos puntos, el tipo de cimentación mas adecuada a emplear. Con ello se garantiza la total conservación de los restos arqueológicos que están apareciendo y aparecerán.
En este sentido, no es cierto que la excavación arqueológica prevista se limite a las zapatas de la futura pérgola. Por 2 razones evidentes. Una, los movimientos de tierra no se limitan únicamente a las zapatas planteadas, si no que hay más movimientos de tierra previstos debido al desnivel que tiene el terreno. El proyecto contempla rebajes que deberán ser objeto de la pertinente intervención arqueológica. Por otro lado, gracias a estos sondeos arqueológicos previos y orientativos, que para eso están, y la confirmación de presencia de estructuras arqueológicas en dichos sondeos, el arquitecto deberá, para garantizar la conservación de los restos arqueológicos, modificar el sistema de cimentación de dicha pérgola. Estas variaciones en los sistemas de cimentación en los proyectos arquitectónicos son muy habituales en Mérida. Para confirmarlo sólo habría que consultar a todos los arquitectos que trabajan en la ciudad.
Por tanto, el arquitecto director de la obra, a la luz de los resultados de los sondeos arqueológicos previos, tiene que definir aún dicho sistema de cimentación, con lo que, a fecha de hoy, resulta complicado poder concretar realmente el área afectada y la zona pendiente de excavación.
Por otro lado, en el interior de la iglesia se está excavando en las dos zonas posibles (en el coro y el “altar”) debido a que en el resto de la iglesia se conserva el pavimento original que, obviamente y por razones históricas, hay que conservarlo, a no ser que los de Unidas por Mérida pretendan destruirlo (Figs. 5, 6, 7, 8, 9 y 10).
En definitiva, se está hablando de algo que, a fecha de hoy, no se ajusta a la realidad, sencillamente no existe, puesto que en la fase actual de la obra, como todos los emeritenses pueden comprobar solamente con pasar por la Plaza de la Constitución, continua el proceso de demolición interna. Es imposible, como pasa en todas las obras de Mérida, simultanear el derribo de la edificación con una excavación arqueológica, como todo el mundo puede entender. Primero se realiza la demolición y luego se excava.
Además, está pendiente la modificación del sistema de cimentación de la futura pérgola, por parte del arquitecto, debido a la presencia de restos arqueológicos (documentados en los sondeos previos y orientativos) que hay que documentar y, sobre todo, como ocurre en cualquier solar de Mérida, proteger y conservar.