
Televisión Extremeña
La asociación Ecologistas en Acción de Extremadura denuncia que durante la limpieza del río Albarregas se han eliminado «varias decenas» de árboles «sin ningún motivo».
La organización solicitó a la Confederación Hidrográfica del Guadiana y a la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta el informe y la documentación que emitieron para autorizar esta limpieza, en la que se recoge expresamente que el trabajo autorizado consiste en «la retirada de sedimentos y restos de vegetación seca, en mal estado y/o caída en el cauce».
En cambio, una visita a la zona permite comprobar que se han eliminado «cerca de 40 árboles», en ambos márgenes del cauce y alguno de la parte central del mismo, sin que se diera «ninguna de estas circunstancias», según indica la asociación en una nota de prensa.
Según la organización ecologista, los ejemplares talados son de diferentes edades, algunos con más de 45 centímetros de diámetro en su base, que es «el único resto que se conserva de los árboles en los que se ha podido realizar la medición».
Además, asegura que «todos los tocones de los ejemplares talados han sido embadurnados con barro en un burdo intento de camuflarlos entre las piedras y la vegetación y de enmascarar su perfecto estado de salud».
Por otro lado, señalan que «también se ha desbrozado con máquina mucha vegetación arbustiva en perfecto estado», que se encontraba «rodeada o mezclada con vegetación herbácea seca, como se ha podido comprobar por los restos de tallos que se conservan in situ».
Ecologistas en Acción de Extremadura pide que se comprueben hestos hechos «de manera inmediata y efectiva» por parte de los Agentes medioambientales y técnicos de la CHG, y que de confirmarse «se proceda a suspender de inmediato las actividades, de acuerdo a la normativa».
También pide que se realice una valoración de los daños ocasionados para «determinar las infracciones y sanciones que correspondan», y que se «obligue a reparar el daño causado por el ayuntamiento, adoptando medidas reparadoras oportunas». Finalmente, la organización ecologista aboga por la «renaturalización» del río.