
Televisión Extremeña
El incendio fortuito de un turismo estacionado en la rotonda del padre Panero en la barriada de La Antigua de Mérida este martes, 24 de junio, sorprendió a las personas que se encontraban en la zona. El conductor del vehículo intentó apagar el fuego que se originó en el cableado situado bajo el volante con una botella de agua, mientras al mismo tiempo se afanaba por bajar del mismo a los tres niños que le acompañaban.
Cuando esto sucedía, un vecino del barrio que se encontraba en un bar próximo se percató del grave problema en el que se encontraba el conductor, ya que la cercanía a las viviendas y de otros vehículos podía originar una desgracia mayor.
El vecino, que se llama Mateo, pidió un extintor a José María Fernández, propietario de la Cervecería Baltasar, para sofocar el fuego que ya prendía con llamas en el interior del coche. Una vez vació su contenido y para evitar que el incendio se propagase, pidió al propietario del establecimiento otro extintor para enfriar el interior del mismo.
Gracias a esta actuación y la colaboración vecinal, el incendio quedó en anécdota. Cuando se personaron efectivos de la Policía Local y posteriormente los bomberos, el fuego ya había sido extinguido totalmente.